Publicado: Jueves, 22 Enero 2015

Una instantánea de la Frontera Sur

La Casa San Ignacio tuvo ayer la suerte de acoger a José Palazón y a su esposa Maite, acercándonos a la realidad de la Frontera Sur en Melilla. José estudió empresariales pero ha dedicado su vida a la educación desde una academia que dirige en la Ciudad Autónoma. Su verdadera pasión y aquello que le ha arrebatado el corazón es el apoyo a los menores inmigrantes. Pronto este espectro se ha ampliado a migrantes de cualquier origen que cruzan la valla, mujeres maltratadas y cualquier persona vulnerada en sus derechos fundamentales. Por esa razón, ya hace unos cuantos años funda en Melilla junto a otras personas la Asociación Pro Derechos de la Infancia (PRODEIN).

En estos últimos meses, José ha recibido varios premios y reconocimientos por su labor en la defensa de los derechos humanos y la sensibilización que ha realizado a través de sus fotos y videos. Todos tenemos clavadas en nuestro recuerdo, alguna de sus fotos, como aquella en la que aparecen un grupo de jóvenes intentando saltar la valla, junto a un campo de golf por el lado español donde un par de personas golpean la bola sin parecer inmutarse.

En su charla de ayer, José apoyándose en muchas de sus fotografías y videos, analizó el sistema actual de control de la frontera que se reparten entre el Gobierno marroquí y el Gobierno español. Un control de la frontera focalizado en cuestiones de seguridad y que ha ignorado su imprescindible conciliación con el respeto a los derechos humanos. La violencia y la vulneración de derechos son prácticas cotidianas inaceptables que se producen entorno a la valla, lo mismo que los intentos del Gobierno por legalizar estas prácticas con una enmienda a la Ley Orgánica de Extranjería.

La defensa de los más vulnerables y su compromiso por la justicia no siempre ha sido un camino fácil en la vida de José y Maite. Por esta razón, sentimos mucha alegría y valoramos aún más el encuentro con ellos, que nos sirve de aliento en nuestro compromiso diario. 

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