Publicado: Lunes, 13 Abril 2015

Pascua Universitaria Grupos Javier #Alagon15

Como ya es tradición en la Comunidad Universitaria de Zaragoza, en Grupos Javier, celebramos  la Pascua en Comunidad acogiendo a un pequeño grupo de las Hermanas Josefinas. Este año nos fuimos a Alagón (Zaragoza)  20 chavales con seis acompañantes. Salimos de Zaragoza el Jueves Santo con la sorpresa de que los coches pararon 8,5 kms antes de nuestro destino, nos tocó empezar a andar, primero en silencio y luego en tríos para conocernos y compartir.

Una vez en Alagón antes de entrar a la casa nos lavamos los pies unos a otros, como símbolo de acercamiento a Jesús, de hacer lo que Él hizo con sus discípulos, para servir como Él sirvió. Una vez acomodados en la casa leímos el fragmento  del lavatorio de los pies para tenerlo más presente. Y por la tarde vimos la película “Cartas a Dios” que al acabarla cada uno de nosotros  escribimos nuestra carta a Dios. Por la noche celebramos los oficios del Jueves Santo.

El viernes es un día triste, es el día de acompañar, de Acompañarle. Lo hicimos con un vía crucis, teniendo presentes a personas  religiosas y laicas como Monseñor Romero o Bárbara Castro que vivieron como Jesús lo hizo, amando hasta el extremo. Más tarde intentamos entender el amor radical, incondicional, infinito pero libre que Jesús tenía y tiene hacia nosotros, sus hijos y hacia el Padre, la confianza plena, para darse hasta el extremo. Es un día de pedirle al Señor que nos enseñe a vivir como Él. Por la noche adoramos a la Cruz como un símbolo más de que queremos estar junto a Él que le acompañamos en su peor momento.

El sábado fue un día de silencio, el mismo que Jesús tuvo en la Cruz o en su humillación antes de ser crucificado.  Durante el día reflexionamos sobre el silencio, el silencio en nuestra vida. Hicimos una dinámica de cómo vivimos el silencio, cuando lo sentimos cerca y cuando lo sentimos lejos. Luego lo compartimos por parejas y a continuación compartimos nuestro silencio en un círculo Magis. Esa misma tarde compartimos el Camino de Emaús contando nuestra experiencia con Dios, nuestros picos de fé.

Por la noche hicimos la Vigilia del Sábado Santo al Domingo de Resurrección. La hicimos por toda la casa, por donde habíamos estado viviendo y acompañando a Jesús los tres últimos días, bendiciendo el fuego, siendo luz cada uno con su vela, acabando con el Sacramento de la Eucaristía.

El domingo fue un día de recoger todo lo vivido, compartir las experiencias, de enviar cartas a Dios y de utilizar gafas “para ver el mundo con los ojos del corazón como Jesús hacía” y por supuesto de recordar que “Camina el cristiano toda su vida, toda su historia hacia la cruz y hacia la resurrección” (Monseñor Romero).

Feliz Resurrección

Rocio Bellido Octavio
Estudiante de Enfermería de la Universidad San Jorge (Zaragoza)

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