Publicado: Miércoles, 01 Julio 2015

Soñar juntos un proyecto común

Iñigo en 1521 llegó a Loyola con la herida de una bala de cañón y salió para comenzar un camino de conversión que le llevó a, junto a otros, fundar años más tarde la Compañía de Jesús. Los días entre el 23 y el 28 de junio, 70 jóvenes de 16-17 años venidos de Villafranca de los Barros, Oviedo, Gijón, Pamplona, Madrid (del colegio de Piquer y de los Grupos Católicos Loyola) y de Barcelona llegaron cada uno con sus historias, sueños y miedos. Hacía tan solo unos días que habían acabado las clases y tenían ganas de desconectar, descansar y recordar. En el Albergue de Loyola pasaron 4 días en los que guiados e inspirados por la vida de San Ignacio se pusieron a tiro, cada uno en su momento personal, del cañonazo que implica una experiencia de Dios. 

Así como Íñigo llegó de Pamplona y fue capaz de soñarse tanto como cortesano como imitando a San Francisco o Santo Domingo, la experiencia ayudó a que todos también soñaran cómo pueden ser sus vidas después de saberse y sentirse enviados al mundo. Llegaron con sus sueños y se fueron con ganas de más. Hoy están cada uno en sus ciudades o de campamentos. Tocará acompañar la experiencia. Pero lo que está claro es que juntos, desde 5 ciudades distintas, de nuevo en Loyola, Dios ha movido los corazones de quienes vivieron esta experiencia.

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