
Fronteras que nos transforman
Tres ponentes desde tres perspectivas distintas han protagonizado la mesa redonda que ha servido para situar el tema de las fronteras en el primer día del Encuentro de Provincia. Jaume Flaquer, jesuita y responsable del área teológica de Cristianisme i Justícia, lo ha hecho desde la perspectiva teológica; José Ignacio García sj, responsable del Centro Social Jesuita Europeo con sede en Bruselas ha presentado su reflexión sobre las fronteras desde una perspectiva socioeconómica y política, mientras que Alfonso Salgado, psicólogo y profesor de la Universidad de Salamanca abordaba cuáles son las fronteras interiores que suponen limitaciones y, a la vez, desafíos personales.
Precisamente esa ambigüedad en el concepto de frontera ha aparecido en más de una ocasión. “No siempre las fronteras son malas” puntualizaba José Ignacio García, sino que “pueden ser oportunidad de salvación para mucha gente, zona de protección y refugio”. También esta doble condición la señaló Alfonso Salgado, en relación con las fronteras personales, que pueden ser una barrera ante la cual se generan resistencias o bien un desafío atractivo al que hay que enfrentarse reconociendo los propios límites y estando dispuestos a asumir el riesgo de equivocarnos.
En cualquier caso, la experiencia de acudir a las fronteras es transformadora ya que “aporta una nueva sensibilidad, hay un mayor deseo de cercanía con los últimos, se amplían los horizontes de deseo”, decía Alfonso Salgado. Lo mismo ha señalado Jaume Flaquer, que desde la perspectiva teológica lo ha presentado como algo sustancial ya que “una religión sin desplazamiento a las fronteras es idolatría” y lo ha ilustrado con los diversos momentos en los que nos encontramos a Jesús en los márgenes, rompiendo los límites de la obligación formal.
Precisamente Flaquer ha lamentado la falta de capacidad que ha tenido la Iglesia en determinados momentos para desplazarse de ese centro, con lo que, en lugar de salir a buscar la oveja perdida, ha acabado perdiendo a casi todo el rebaño. “Acudir a las fronteras nos tiñe, nos cambia”, insistía Flaquer, que ha querido recordar las palabras del papa Francisco con las que reivindica justamente esa llamada: “prefiero una Iglesia accidentada, herida por seguir en la calles, que una enferma por estar encerrada”.
En su exposición, José Ignacio García ha ayudado a concretar algunas de las fronteras que es urgente considerar, entre ellas las planetarias, que se refieren a los temas medioambientales y que nos marcan los límites para la supervivencia humana y del planeta. Los frágiles modelos de crecimiento, la aceleración de los movimientos sociales y económicos, el mundo de las nuevas tecnologías, los desafíos demográficos… dibujan un escenario sobre el cual resulta difícil realizar cualquier tipo de predicción. Ante esto, el ponente ha reivindicado la creatividad como elemento clave para dar respuesta a los retos. También ha resaltado que “en nuestro tiempo resulta llamativo un grupo humano que muestre perseverancia y capacidad de resistencia junto a una mirada optimista y de esperanza”.
En definitiva, la mesa redonda ha sido una invitación a ponernos en camino hacia las fronteras porque, como ha dicho Alfonso Salgado, “nosotros estamos llamados a ir a las fronteras pero al estilo de Jesús, de un modo particular”.
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