
Sentir la vida en las periferias, de la llamada a la realidad
Sentir las periferias. Dejarse interpelar por ellas. El encuentro de la tarde ha sido una invitación a "pasar por el corazón las fronteras". Y para ello, el trabajo se ha desarrollado por grupos. Para mostrar la diversidad de fronteras a las que cada uno se puede sentir llamado, primero se proyectó un montaje fotográfico con imágenes sugerentes: la mano de un indigente agarrando un vaso de plástico para la limosna; un grupo de escolares con una pancarta 'el saber es poder'; una fila enorme de refugiados en la que destaca la sonrisa de un niño; cuatro jóvenes juntos atentos a sus móviles; una gran masa de gente en la Puerta de Sol de Madrid el 15M; un grupo de mujeres de África atentas al mismo folio; jóvenes saltando una valla en la noche; una iglesia vacía de bancos; jóvenes iluminados por cientos de velas en un templo...Después, con la réplica en papel encima de la mesa, la tarea consistía en contemplarlas, ponerse en el lugar, sentir y elegir una a la que se siente llamado. "Porque me duele", dice Josep María cuando enseña la foto de los refugiados. "¿No hay esperanza? Creo que ante este sufrimiento el señor resucita, no sabemos cómo, pero resucita. El niño que sonríe lo anuncia". Más llamadas: "Al diálogo y tender puentes en un barrio como La Ventilla", explica Higinio Pi SJ con la foto del 15M; "A ofrecer una educación que ayude a la sociedad", señala Antonio España SJ. Después cada uno indicó qué cosa, persona, emoción, capacidad...se llevaría para acudir a esa frontera en concreto. Los deseos fueron plamados en un postit que luego se ofrecieron en la eucaristía en la basílica de Loyola: fe, compasión, escucha, compañeros en misión, paciencia, capacidad de análisis, reflexión, creatividad, amor...
Los tres se han visto transformados. Han adquirido la capacidad de ver el sufrimiento y sacar fuerzas ante él y la capacidad de ver la esperanza y compartirla, como Carmen. O han aprendido a abrir las puertas para que el que venga se sienta en su casa, comparta la mesa y crecer juntos, como a Marta. Para Joaquín lo que le "teje por dentro" tiene que ver con el misterio de la resurrección porque tanto dolor solo se explica desde esa clave. Y ante tanta realidad y sentir, retos y deseos del futuro para la transformación. "De que el corazón se siga acelerando, de tener la capacidad para levantar la mirada y ver más allá a una gran comunidad de gente, a tener un horizonte largo de justicia", desea Carmen. Los retos de Solá pasan por generar estructuras que acompañen a quienes están en las periferias..."Más inversión en estructuras, formación, redes"...El reto de Marta se encamina a establecer un diálogo de la esperiatualidad ignaciana con otras, a seguir creciendo en comunidades de hospitalidad e inclusión y actualizar la dimensión integral de la misión de la Compañía entre todos los sectores. "Todo con ayuda de la comunidad. Sin ella yo estaría rota".
Para cerrar el día, la magia de Xavier Rodríguez SJ en el salón de actos, ejemplo de que con creatividad se consiguen muchas cosas.
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