Publicado: Martes, 26 Julio 2016

Camino Ignaciano en las Escuelas San José

Alumnos de 4º ESO de las Escuelas San José (Valencia) han vivido la experiencia del Camino Ignaciano desde Javier hasta Loyola. Uno de los alumnos que ha participado comparte su experiencia:

"Es increíble cómo te cambia el Camino. En el Camino te conoces a ti mismo, pero también conocer a los demás. Rompe todos los esquemas internos y te hacer ver la vida desde otro punto de vista. El Camino te hace sentir pequeño, insignificante ante la grandeza del mundo, pero ante todo te hace sentir acompañado.

El Camino no es solo los 160 km que recorremos en 10 días, no es el calor ni el sol en la espalda, ni tampoco la satisfacción de llegar a la meta, o al menos no es solo eso. El Camino es mucho más, es aprender que cada uno de nosotros andamos por la vida y es saber apreciar el recorrido, no la meta. Es saber que en esta vida no podemos caminar solos, necesitamos compañía, gente que nos ayude a soportar nuestras heridas, gente que se comprometa contigo y tú con ellos.

Cuando digo que el Camino de cambia la vida me refiero a todas esas personas que te han acompañado y que sabes que a partir de ese momento te seguirán acompañando. Me refiero a darse cuenta de que nuestra vida es una vela cuya luz merece ser entregada a los demás. Me refiero a que se aprenda a valorar en la vida el sendero y no nuestro objetivo.

Pero ante todo el Camino es una oportunidad para “mirar al cielo y dar las gracias”. Gracias en primer lugar por la vida, gracias por los peregrinos que peregrinan con nosotros y gracias por todas aquellas personas que sin estar presentes también nos acompañan. Ahora que el Camino Ignaciano 2016 ha acabado empieza el camino de verdad, un camino mucho más importante: el de la vida, cuyo recorrido ojalá nos conduzca a la felicidad.

Camina, camina conmigo. Anda y ríe, ríe y canta,

Anda, dando tumbos por la vida, anda y no dudes en tropezar, de las lesiones, también se aprende.

Anda y corre, habla y conoce, siente y di lo que sientes.

Camina, camina conmigo, camina por caminos dudosos, camina por rampas y cuestas, da igual si caes, lloras o ríes, pero camina, camina conmigo.

Guillermo Del Olmo Bresó.

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