150 años de Mensajero: celebrando un pasado que promete futuro

La celebración de los 150 años de la revista Mensajero reunió ayer en la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús y en Arrupe Etxea a muchos colaboradores, amigos, lectores y miembros de la Compañía de Jesús. Primero la eucaristía presidida por el obispo de Bilbao, Mario Iceta, acompañado por 16 sacerdotes que concelebraron con él. Fue un momento de gratitud y de esperanza para un medio centenario que afronta nuevos retos. Vicente Marcuello SJ cerró la misa agradeciendo “la capacidad de contemplación de la realidad que les rodeaba, que les hizo ir adaptándose a una sociedad en continua transformación”.

Después se celebró un acto en Arrupe Etxea, una oportunidad para que Marta Barrio, directora de la revista, recordase la historia de la publicación y se leyeran cartas de lectores y suscriptores que han llegado hasta la redacción. “Gracias por hacer algo tan estupendo y enriquecedor, que tantas cosas nos enseña y que tanta paz transmite”, decía María del Carmen Álvarez. Cerró el acto el provincial de la Compañía de Jesús, Francisco José Ruiz. Recién terminada la Congregación General 36, reconoció que Mensajero ayuda  un proceso que la Compañía desea impulsar. Ese logo que ha guiado la CG36, Remar hacia lo profundo, sirvió al provincial para hacer hincapié en que la revista es experta en proponer profundidad en la vida cotidiana y por ello genera tres efectos en la iglesia: “Crea iglesia cuando forma y acompaña al laicado; hace audaz a la iglesia cuando en esa formación coloca preguntas y propone respuestas y tercero, centra la iglesia cuando promueve el afecto y la perspectiva del Corazón Sagrado de Cristo”. En este sentido instó a su directora y a su equipo de redacción a que siguiera buscando la manera de ayudar a la familia de hoy, encontrando un lenguaje adecuado y detectando las cuestiones fundamentales. “Confiad en vuestra historia, os promete futuro”.