Salir, seguir, servir

El retiro quería ayudarnos a vivir más como discípulos y amigos de Jesús en nuestro día a día. Para empezar, hay que SALIR, es decir, arriesgarse a apostar por Jesús, luego toca SEGUIR, emprender un camino en el que se avanza cuando se activa el corazón, y se aterriza en un SERVIR que, movido desde el amor, se centra más en el otro que en mí mismo. Hemos sentido personalmente y como comunidad la necesidad de acercarnos a Jesús desde nuestras propias situaciones cotidianas, a la vez que íbamos contemplando las escenas del Evangelio en las que nos hemos parado con Jesús y sus discípulos de entonces. Así, Jesús nos ha ido enseñando a SALIR, SEGUIR y SERVIR un poco más. Este retiro además nos ha aportado un sentimiento profundo de comunidad, de estar embarcados en la misma barca y proyecto gracias a los ratos de compartir nuestra experiencia y oración, nuestra vida y deseos en grupos pequeños de 9-10 entre personas de distintos grupos de comunidad. Eso fue lo más bonito, descubrirnos entre buscadores, queriendo ser seguidores.

Volvimos a Madrid el domingo noche con ganas de traer a nuestra comunidad y a nuestra realidad semanal todo lo vivido y aprendido, y también muy agradecidos por el trabajo de preparación y acompañamiento de nuestros 5 acompañantes como por la acogida de los jesuitas que nos recibieron en Villagarcía de Campos.