Las comunidades apostólicas tras una década de experiencia

El 16 de noviembre se celebró en el campus de San Sebastián de la Universidad de Deusto el encuentro de las Comunidades Apostólicas de las Obras y Comunidades de las PAL Gipuzkoa, en el que participaron representantes de todas las obras y comunidades de dicha plataforma local.

José Javier Pardo, delegado tanto de la PAL como del conjunto de la PAT Loyola, situó el encuentro en el contexto de la Compañía en su conjunto, mencionando las cartas de inicio de curso del padre general sobre el discernimiento y del nuevo provincial de España sobre sus objetivos inmediatos para la provincia. También recordó las prioridades y proyectos intersectoriales en marcha en la Plataforma Territorial de Loyola.

Tras esa primera intervención, el encuentro se centró, siguiendo la estela del celebrado en la PAL Áraba Bizkaia el 25 de octubre, en analizar los objetivos y realidad actual de las comunidades apostólicas creadas en la Provincia de Loyola en el curso 2003-2004. Patxi Álvarez de los Mozos SJ ofreció una conferencia recordando la experiencia que supuso su creación. La Provincia de Loyola intuyó que para garantizar la identidad ignaciana de sus obras era necesario crear comunidades de personas especialmente comprometidas en cada obra, que reflexionaran de manera contínua sobre la obra desde una perspectiva de misión. Recordando tanto las esperanzas como  los riesgos y dificultades que se previeron desde un principio, en el encuentro se evidenció que muchos temores iniciales han quedado desmentidos durante estos años, mientras que algunos obstáculos se han confirmado. En todo caso, Álvarez de los Mozos destacó que la diversidad es notable en la PAT y que en cada obra se dan fortalezas y dificultades diferentes.

El salto que se ha dado para conformar un Sujeto Apostólico comprometido en las obras de la Compañía de Jesús en la PAT Loyola es evidente y las comunidades apostólicas han sido, junto con otras iniciativas, un instrumento importante para ello. El encuentro de Comunidades Apostólicas de las Obras y Comunidades de las PAL Gipuzkoa fue también ocasión para reconocernos en esa realidad y dar gracias a Dios por el camino recorrido.