Semana Santa, una ocasión de expresar misericordia

Ya está aquí Semana Santa. Toda la Provincia, en sus personas y en sus proyectos, nos sumergiremos en el misterio pascual, como si se tratara de una cita obligada a la que realmente no hemos de fallar. Porque vivimos de lo que sucedió en aquel triduo santo dos mil años atrás y viviremos de lo que seguirá emanando de él a través del tiempo. En el Gólgota, Dios parece enseñarnos cómo Él revierte la negatividad que embadurna el mundo: una negatividad, mezcla de mal, fragilidad e ignorancia, que se blinda y que obtura la Vida. Ante esa negatividad, el Amor pronuncia la cruz. La cruz no es palabra del mal: es la palabra del Dios que quiere rescatar al mundo de cuanto lo hace perder. La cruz es abrazo a pesar de toda herida; la cruz es ausencia de condena a pesar de todo fallo; la cruz es la puerta a que toda pasión dolorosa, como la de Jesús, se transforme en compasión por quien hace padecer. Así que recemos unos por otros para que esta Semana Santa escuchemos el modo en que otra vez el Amor dice cruz y convierte nuestras vidas en una ocasión de oro para expresar misericordia.