Publicado: Domingo, 11 Septiembre 2022

Raíces, silencio y hondura en el corazón de la entrega

Queridas hermanas y hermanos: En la fiesta del H. Gárate, nos reunimos para celebrar una vez más la presencia de Jesús en nuestras vidas, en la eucaristía… Hoy especialmente Jokin va a formular unos votos, es decir, una promesa de vida, un compromiso que no es de ocho horas al día sino de veinticuatro horas. Es una palabra, la de Jokin, que se ha encontrado con la Palabra de Jesús y que buscar responder desde el agradecimiento.

Su familia, su pueblo, Zarautz, su parroquia S. M. La Real, sus estudios de derecho… están en la base de la palabra que quiere dar hoy ante la Iglesia y la Compañía. Lo que hacemos en los votos religiosos es dar la palabra para siempre que es una manera de dar el propio corazón y el propio ser que incluye nuestro querer, nuestro tener y nuestro poder, castidad, pobreza y obediencia que hoy no se entienden bien. 

Damos esta palabra, estos votos, desde la convicción de poner la fuerza en Dios y confiar en su fidelidad. Si tenemos raíces, silencio y hondura, pueden darse estos votos. Las palabras que va a pronunciar Jokin surgen de allí, de sus padres (Amaia y Alberto), de sus abuelos… y se transforman hacia una llamada nueva para el mundo y la historia que vivimos. 

¿Qué podemos necesitar para poder comprometernos,  para poder decir “para siempre”, para no andar dando bandazos en la vida? Es en este momento cuando Dios nos sigue llamando en un momento de incertidumbre tras la pandemia, con la Guerra en Ucrania, las tensiones internacionales, el populismo y la amenaza de recesión. Comprometernos con voto tiene lugar hoy y las lecturas de hoy nos ayudan a ello:

  • “Buscad vuestra fuerza en el Señor”. Hoy esto resulta complicado porque la fuerza la buscamos en la imagen, en el parecer mejor que otros, en tener más, en la multi-información, en encuentros cortos y fugaces… Poner la fuerza en el Señor es reconocer que no tenemos fuerzas para todo, que el mundo nos supera, que somos “vasijas de barro”,…Buscar la fuerza en el Señor nos ayuda a ver que Dios está más allá de la apariencia rica de este primer mundo, más allá de la ideología, más allá de creernos mejores por ser religiosos… Buscar la fuerza en el Señor nos hace más humanos porque nos hace poner las seguridades en Dios.

  • “La fidelidad de Dios es grande”. Cuando somos capaces de liberar la imagen de Dios del castigo, de la norma inhumana, de la frialdad, de la distancia o incluso de la hipocresía, se puede sentir y vivir esa fidelidad de Dios. Jokin, estando tan cerca de Loyola, no conocía a los jesuitas. Fue aquí en Loyola cuando Ainhoa (ayudando a la Promoción Vocacional) le dio este libro: Ignacio, solo y a pie. Y ahí pudo entrever el camino de Íñigo de Loyola. Aquí en su casa-torre Íñigo presintió que en su vida había una fidelidad mayor, por encima de ser un noble dispuesto a disputar por su prestigio o por su honor. Se dio cuenta de que había una felicidad mayor en darse como lo hicieron otros santos en la historia. En esta fidelidad de Dios experimentada en los Ejercicios surge la raíz fecunda que nos pone ante el núcleo profundo de nuestro ser y la fuente donde mana la vida para la reconciliación del mundo.

  • “No te sientes en el puesto principal”. “Porque todo el que se enaltece será humillado; y el que se humilla será enaltecido». Si la fuerza trata de estar en Dios y Dios es fiel hacia cada uno de nosotros, no necesitamos elevarnos sobre el resto. Las palabras del Evangelio nos invitan a ser, ni más ni menos. Es una llamada para todo cristiano para no apoderarse de los puestos principales o del mismo servicio por el Reino. Es aprender a aceptar lo que somos, para caminar en el suelo. Es aprender a reconocer lo que no somos para encontrarnos con nuestra propia realidad, querida y amada por Dios desde el principio de la creación.

 Hoy en esta fiesta del H.Gárate nos aproximamos a una vida oculta, sin pretensiones, desde el anonimato. Allí encontró la fidelidad de Dios como jesuita. Esa fidelidad nos invita a abandonarnos y a buscar un camino nuevo de servicio como Jesús y al modo de Jesús como religiosos; camino nuevo de servicio, no sabemos dónde y abiertos a la misión que lleva hoy la Compañía en la Iglesia y el mundo; camino nuevo de amor hacia todos desde la gratuidad, clave para toda la vida cristiana. 

Creamos solamente. Creamos aún más fuertemente y más desesperadamente, mientras la Realidad aparece más amenazante e irreductible. Y entonces, poco a poco, veremos como el Horror universal se detendrá, luego nos sonreirá y luego nos tomará en sus más que humanos brazos. [...] Por la fidelidad, nosotros nos situamos y nos mantenemos tan exactamente en las manos divinas, que no hacemos más que hacernos uno con ellas en el ejercicio de su acción. [...] Es la fidelidad y la fidelidad sola, la que nos da el acoger los avances universales y perpetuos del contacto divino; por ella y solo por ella, retornamos a Dios el beso que Dios nos ofrece continuamente a través del Mundo”. (Teilhard de Chardin)

Pidamos que esto votos de Jokin en la Compañía nos ayuden a acercarnos a la fuerza y fidelidad de Dios desde lo poco que somos. Y que su vocación anime la fe de cada uno de nosotros para servir al mundo desde lo que somos.

Antonio J. España, sj (Homilía en la celebración de los votos, el 10 de septiembre de 2022)

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