Recapitular y agradecer

Durante estas semanas, la actividad de gobierno se centra casi exclusivamente en preparar el curso que viene, en el diseño de comunidades y presencias de los jesuitas en comunidades y obras. Son semanas de muchos diálogos con compañeros para abordar los posibles cambios de destino. Para muchos compañeros es tiempo de recapitular, agradecer lo que Dios nos ha dado durante este curso; para otros, además de esto, significa preparar un cambio de misión, hasta un cambio de ciudad, para lo que se hace realidad una vocación llamada a “discurrir por unas partes y otras del mundo” (Const 92).

Es un ejercicio muy profundo el que ocurre en la vida de un jesuita cuando se le invita a cambiar de destino. Primero porque dejamos a gente querida, a personas a quien hemos servido y nos han ayudado; comunidades que nos han cuidado y que expresan la tristeza de vernos partir. Y es que esta disponibilidad a movernos de un lugar a otro, esta agilidad apostólica, es lo que mantiene vivo el cuerpo apostólico de la Compañía. Pero también es un ejercicio de desapego en dos direcciones que implica mirar al Señor, que es por quien toda esta dinámica de obediencia se hace posible.

 Y este recapitular y agradecer lo vivimos todas las personas que nos sentimos llamadas a compartir esta misión de Dios en la Compañía. Porque vivir nuestra vida en clave vocacional implica crear “un ecosistema, una cultura, un humus, donde la pregunta vocacional pueda brotar y crecer” (Doc Cultura Vocacional pg 13). Creo que esta mirada nos ayuda a trascender la tarea y situarnos en clave de misión y de transformación de la realidad.

Pido a Dios que el cansancio lógico de estos momentos del curso no oscurezca este don de sentirnos regaladas y regalados por Él.

P. Enric Puiggròs SJ