
Testimonio de verano XII
El Cottolengo
Es una residencia exclusivamente de mujeres enfermas. El voluntariado consiste en ayudarles en las tareas de la casa (tender, poner la mesa, fregar...),hacer juegos con ellas para estimular y desarrollar sus capacidades tanto físicas como mentales, pasear y conversar con ellas, darles de comer y hacer todo lo posible por alegrarlas y transmitir felicidad.
En esta experiencia acabas recibiendo más de lo que das, son personas muy cariñosas y agradecidas y en la residencia se aprecia un gran ambiente familiar.
En un primer momento es impactante pero al final te das cuenta que pese a lo poco que tienen lo valoran y son felices. Además llama la atención el compromiso entre ellas y como las que están mejor cuidan y dan cariño a quien más lo necesita.
En el Cottolengo es fácil encontrar a Dios: en cada sonrisa, mirada y caricia de las mujeres de la residencia que despiertan sentimientos que estaban dormidos en tu interior y en descubrir que la verdadera felicidad se haya haciendo felices a los demás. Estamos muy contentas de haber tenido esta oportunidad y de hacer que estas mujeres se sientan queridas.
Beatriz Menéndez Félez, Leyre Saldaña Inda, Irene Rubio Artiga
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