
El viaje de Javier. Un itinerario de discernimiento
La vida de San Francisco Javier, con los cien mil kilómetros que recorrió y la decena y media de países que visitó, es atractiva por lo llamativo, rompedor y arriesgado de sus andanzas. Seguir sus pasos por Europa y por Asía no deja de maravillarnos por la pasión con la que visitó, por su personalidad, su inteligencia y su compromiso con los pobres y con la evangelización.
La realidad interna del santo, su mente y sus sentimientos es lo que subyace a sus a veces inexplicables viajes y correría. La tensión por servir mejor y el celo apostólico explican su inconformismo y sus discernimientos: su existencia fue una continua toma de decisiones.
De joven, Dios lo llamó a un cambio. Desde entonces iluminó su vida, dándole una alegría cada vez mayor. Sus preguntas y sus luchas internas son también las nuestras. Su forma de rezar, de tratar a los demás, de escribir y explicar lo que hacía nos siguen iluminando hoy. Es cuestión de abrir los ojos a esa inspiración.