Semblanza del H. Ignacio Bertrán SJ

En los ambientes de los jesuitas de Andalucía la noticia de la muerte de Ignacio Bertrán corrió con una rapidez desacostumbrada, con sensación de sorpresa general, y hasta con la pretensión de que había ocurrido el mismo día de su santo (aunque este detalle era un error manifiesto).

Pensándolo más despacio, quizás no debamos extrañarnos mucho. Porque Ignacio, tras dedicar sus primeros cinco años de Compañía a su formación en El Puerto de Sta. María (allí fragua su opción de ser Hermano jesuita) y Córdoba, desplegó después su vida en sucesivos y reiterados destinos que le llevaron a Málaga (un total de 29 intensos años), El Puerto de Sta. María (4 años más), Sevilla (12 años) y Granada (14 años). Por fin en 2014, vuelve a Málaga, todavía lleno de vitalidad, donde en los últimos años su salud iba a iniciar un lento deterioro que nadie esperaba. A quienes no seguían de cerca su estado de salud, la noticia les ha sorprendido de modo especial.

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