
Semblanza del P. Eulalio Ibáñez Narváez
Eulalio: amabilidad, bondad, sonrisa permanente ... sabiduría muy personal, realizada desde la escucha y el conocimiento íntimo de tantas personas como pudo atender en su larga vida... sabiduría, que, muchas veces, la sintetizaba en una frase de grandes autores por él conocidos de la Psicología, Teología, Literatura... su secreto: quería y se dejaba querer...
Desde la paz que trasmitía no aparecían las inquietudes más profundas que bullían en su alma y en su espíritu: preguntas y búsquedas en torno al ser humano, a la Historia, a Dios..., compatibles luego, en el fondo, con un encuentro de sentido en el Amor; en Dios Padre; en Jesús Hombre y, también, Hijo.
Pervivió en Eulalio, en sus ochenta, noventa años... una cierta adolescencia: ingenuidad, deseo de saber, desconocimiento de sus debilidades... Se divertía contando chistes que hacían reír por lo malísimos que eran... Ya en Magisterio fue destinado al Brasil y como jesuita formado a El Soberbio (Misiones) región muy pobre, en Argentina donde fue Párroco durante nueve años.
De vuelta a España, desde Écija y Córdoba, trabajó en Pastoral juvenil y universitaria, y será a partir de 1988 en Córdoba, donde realizará, posiblemente, el trabajo más importante y exclusivo de su vida: los Cursos de crecimiento personal y, creación de Grupos con este nombre. En esta Ciudad estará presente y atenderá pastoralmente a la Asociación de Sordomudos hasta su marcha en 2022 a Málaga: les tuvo una dedicación y cariño especial, correspondido por los componentes de la Asociación.
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