Semblanza del H. Abilio González Valer

Como la de tantos de nuestros hermanos, nos deja hueco nuestro buen compañero Abilio, compañero y hermano jesuita. Hombre de gran sentido del humor, de fuerte personalidad, de carácter cordial, afable, de muy buen trato.
Y entregado a Dios por su consagración religiosa. Abilio nos dejó tras un debilitamiento progresivo de su salud, el día 1 de mayo de 2025; con 94 años de edad y 78 de Compañía.

¿Qué decir de Abilio?
Sus 94 años han sido de vida bien colmada, 78 de los cuales como jesuita, desde que entrara en la Compañía en el noviciado de Aranjuez, poco antes de los 17 años.

Aranjuez, Murcia, Badajoz, Madrid – Areneros y Alcalá de Henares, han sido los lugares donde ha ejercido fielmente la misión que se le encomendó. Ha sido carpintero, despensero, cocinero, y encargado de personal para obras, mantenimiento, etc. 

Nuestra casa de Alcalá debe mucho a Abilio y a un buen grupo de hermanos que, desde los años 1953 a 1956 colaboraron en la construcción de la casa. De hecho, Abilio fue el último de los que vivieron en el chalé del jardín, donde vivían durante las obras. Hombre elegante. Le gustaba vestir bien, con su traje, para hacer las cosas bien hechas. De hecho, al recordar la elegancia de Abilio, me acordaba del pasaje del evangelio en el que a los asistentes al  banquete se les invita a que se pongan el traje de fiesta. Pensaba en Abilio, con su traje de fiesta, entrando en el banquete celestial.

Nuestro vicesuperior de Alcalá (Antolín de la Muñoza) me decía que cuando iba a algún restaurante, le gustaba que en las mesas hubiera manteles. ¡Como Dios manda!.

Hombre muy agradecido por todo, de buen trato, amable. Muy buen amigo de sus amigos. Allí donde estuvo, la gente le recuerda con cariño. Y él se acordaba de ellos, en sus cumpleaños.
Abilio era muy responsable en todo lo que se le encargaba. Con mucho entusiasmo y dedicación

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