Publicado: Viernes, 19 Diciembre 2014

Nuestros dos misioneros jesuitas en Australia

El pasado domingo, 14 de diciembre, aprovechando mis últimos días por estas lejanas e increíbles tierras, me reuní con nuestros dos únicos misioneros en Australia desde hace 40 años. En Mount Druitt, a una hora en tren de Sídney, pasé una inolvidable tarde con el P. José María Enedáguila (80 años, de la antigua provincia de Castilla) y el P. Manuel Carracedo (83 años, de la antigua provincia de León).

Aunque era la primera vez que nuestros caminos se cruzaban, desde el principio nos sentimos como esos viejos amigos que llevan tiempo sin verse y tienen mucho que contarse. Es esa sensación tan de la Compañía que con frecuencia experimentamos cuando nos encontramos con algún hermano en cualquier esquina del mundo.

Hablamos de todo un poco, de sus comienzos en un país virgen lleno de posibilidades donde era costumbre dejar las llaves puestas en el coche y todos se conocían en la ciudad; de los desvelos y los trabajos por la comunidad hispana a la que han dedicado la mitad de su vida y de cómo este “continente” ha conquistado poco a poco su corazón.

Y hablamos también de viejas historias, de amigos y comunidades en común. El P. José María recordaba con cariño sus primeros pasos como jesuita en Oña, su etapa en la Merced de Burgos o su trabajo en la Residencia de Valladolid. Por su parte, al P. Manuel le brillaban los ojos contando su magisterio en el Colegio de La Guardia, de cómo llevaba a los colegiales a navegar por la ría, o de cómo  fue del grupo de los que le “tocó” cerrar la Universidad Laboral de Gijón.

Terminamos nuestro encuentro, no podía de ser de otra manera, compartiendo sobre la nueva provincia de España y su configuración, de las plataformas y de los nuevos retos que tenemos entre manos. Se mostraron sorprendidos e ilusionados por tantos cambios.

Se nos hizo tarde. Nos despedimos con uno de esos abrazos (al estilo de Ignacio y Javier) de quienes no saben si volverán a verse. Nos prometimos oraciones mutuas y me pidieron que hiciera llegar su abrazo a la nueva provincia a través de estas letras.  AMDG.

Por: Gerardo Villar SJ.

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