Publicado: Viernes, 07 Agosto 2015

Caminando por Cantabria: peregrinación de novicios jesuitas

La experiencia de peregrinación que hacen los novicios de segundo, ha tenido a dos protagonistas que han pasado por tierras de Santander y de Cantabria: Juan Boronat Cot y Carlos Maza Serneguet.

Han vivido la actividad de caminantes, saliendo de Loyola y recorriendo, entre otros lugares: Deba, Guernica, Lezama, Bilbao, Pobeña, Castro Urdiales, Laredo, Güemes, Santander, Santillana del Mar, Comillas, San Vicente de la Barquera, La Fuente, Liébana, y vuelta a la ciudad de Santander.

Aquí han vivido unos días con la Comunidad de jesuitas, tanto a la ida como a la vuelta. Y hemos podido escuchar y comentar sus vivencias.

Para Juan Boronat Cot, han sido unos días, 15, que “me ha ido muy bien. Me siento muy feliz, muy agradecido por haber vivido esta experiencia”. Señala que la compañía de Carlos, en todo el recorrido, ha sido de apoyo mutuo. Y destacaría: “La generosidad y la fraternidad de la gente, porque en todos los sitios hemos encontrado dónde comer y dónde dormir”.

Un detalle que destacaría Juan, es: “Las hermanas Clarisas de Guernica y de Santillana del Mar nos acogieron. Dejaron la casa, nos dieron de cenar. En Santillana, nos dieron de cenar en el locutorio. Sacaron unos colchones y dormimos allí”.

Y también que: “En el pueblo de La Fuente, en Cantabria, tuvimos que dormir en el pórtico de la Iglesia. No encontramos sitio y dormimos así. Una familias nos dio de cenar, pero bien”.

Carlos Maza Sernegue, señala que “en la experiencia me ha ido bien. Y ahora, recoges los frutos de la peregrinación que han sido: camino interior, luces, estar contento, estar agradecido”. Son muchas personas que has encontrado en el camino, y te quedas con muchas caras”.

Manifiesta, Carlos, que en San Vicente de la Barquera “un cura se desprendió del dinero de sus vacaciones para que pudiéramos pagar el albergue” En alguno momentos la etapa era dura, y “Juan me llevó la mochila, y así pudimos llegar a un pueblo donde nos dieron de comer”. Salió sin saco, y manifiesta que “tengo mala pisada. Los pies se me cargaban mucho”.

Indicar que hemos tenido una experiencia enriquecedora de Compañía de Jesús en las Comunidades de Bilbao y Santander.

Para finalizar, señala Carlos que la experiencia te ayuda a: Conocerte a ti mismo, abrirte, conocer la experiencia de Dios como compañero de ruta. Y destacar, una vez más, la generosidad de la gente y apreciar esa generosidad”.

La experiencia vivida por Juan y Carlos, novicios jesuitas de segundo, empezó el 26 de junio y acabó el 10 de julio, y de todo dar gracias a Dios y a todos los que se encontraron en el camino.

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