Publicado: Martes, 25 Febrero 2020

Polvo eres... en Canarias

"Ya voy por Zarautz", me dice Ángel Pérez Gómez, nuestro último visitante en estos días de calima densa. Tenía que haber volado el domingo al medio día, directo a Bilbao y desde allí lo llevarían a Donostia. Sin embargo, finalmente, salió el lunes a las 18:00, camino de Barcelona. Completó su recorrido la mañana del martes, martes de carnaval, después de pasar la noche en un hotel proporcionado por Vueling. Gracias a Dios, a pesar de la peripecia, Ángel está contento y también quiénes hicieron los Ejercicios Espirituales con su acompañamiento en Los Lagares: trece sacerdotes de la Diócesis de Canarias, la de las islas orientales.

"No pudieron volar y se suspendió", me dice Sara. Se refiere a la expedición que desde el Colegio de San Ignacio marcha todos los años a Irlanda, camino de un curso intensivo en inglés para escolares. No me he encontrado todavía con los del "cole", pero ya imagino la frustración después de tanto preparado para acompañar a los chicos y chicas en esta experiencia en la verde Irlanda. Sara me cuenta que ella vivió algo parecido cuando la ceniza del volcán Eyjafjallajökul (ni intenten pronunciarlo). Aquellos días, aunque la fría isla del Atlántico Norte era la protagonista, nos afectó de lleno en los vuelos a todas las gentes que volamos desde el resto de las islas atlánticas.

En la mañana de Carretera, Cristina y Talía conversan con el doctor Guillermo Pérez. Nos dice cómo protegernos contra la calima, que tiene más de un elemento tóxico para la salud. Andamos todos fañosos y con la garganta carraspeando (aunque el COVID 19 ya está en Tenerife, no sospechamos que nuestros ojos rojizos tengan que ver con el mismo). Genoveva, profe del cole, interviene en el wasap: "La calima tiene algo bueno: aporta cuarzo a nuestros suelos volcánicos".  Me sonrío viendo el suelo de la terminal atestado de gente dormitando después de que doce mil personas vieran suspendidos sus vuelos.

Por cierto, Sara llegó con retraso del encuentro en Madrid de los Centros Fe, Justicia, Cultura. Volvió contenta. Cenó con la comunidad la noche del lunes y nos hizo un relato completo de lo vivido en el encuentro. Viene con muchas ideas y con nuevas amistades. Pero le pasó lo mismo: "Al salir del metro, me encuentro un montón de wasaps que dicen que el aeropuerto está cerrado". Sus amigos desde Canarias le advertían de la situación y la mandaban fotos. La calima lo invadía todo y provocaba el cierre de todos los aeropuertos canarios. Se hizo un claro a eso de las 22:00 del sábado y Sara pudo volar y aterrizar en Gando: a las 02:15 (antes de amanecer el domingo) entró su último mensaje: "Ya en casa". 

Persiste la calima en martes de Carnaval. María José, veterana de nuestra iglesia, me dice: "Nunca vi nada igual". "¿De veras?", le pregunto. "Sí, mi niño. Jamás en mi vida vi una calima tan fuerte". Andamos hoy de limpieza. Hay polvo en todos los rincones. Y eso que hicimos un esfuerzo manteniendo todo cerrado. Pascal, nuestro profesor de Fe y Alegría Congo, que nos acompaña junto a Michelín, la profesora, durante este curso preparando en ECCA la alfabetización, sonríe y me comenta: "Tenemos en casa tres africanos: Pascal, Michelin y... el polvo".

Ya se ha levantado la alerta por calima y los aeropuertos recuperan la normalidad. Paseo por la Montaña de Arucas desde la que se intuye apenas La Isleta y el Puerto de La Luz. ¡Ay la de cuarzo en los pulmones! El miércoles de Ceniza recordaremos aquello de "polvo eres...". Es cierto. Es evidente.

Lucas López SJ

PD: Nos llega un twitter con la foto de otro grupo en la playa. El titular del periódico es "continua la tragedia". Al parecer, la patera salió en plena calima desde la costa africana. Llega con un muerto. Ya pasó la calima. Ya es viernes... casi de dolores.

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