Agradecimiento por el mes de Ejercicios de los tercerones
El tiempo de clases sobre diversos temas ignacianos con distintos jesuitas de la provincia española, y el espacio para conocernos como compañeros de diversas procedencias, nos sirvió aterrizar calmadamente al corazón de la vida de la Compañía de Jesús, y por lo mismo de la vida de cada Jesuita: los Ejercicios Espirituales.
Durante todo el mes de noviembre, estuvimos inmersos en el peregrinaje propuesto por Ignacio en este retiro que todo Jesuita hace dos veces en su vida. Una experiencia para “vencerse a si mismo y ordenar su vida sin determinarse por afección alguna que desordenada sea.” (21). Cuatro semanas para hallar al Dios que llama y confirma la vocación a amarle y seguirle.
Supuesta la gracia de Dios, imposible transitar el camino sin condiciones materiales, y sobre todo de buenas personas en el camino. Quienes trabajan en la casa de Salamanca en distintos servicios, cuya labor valoramos especialmente en este tiempo. También Adrián López S.J., quien nos ayudó con algunos días de descanso respirando aires de la Castilla profunda y que nos permitieron retomar energías sin salir de la experiencia. Por supuesto el acompañamiento cercano de quien “dio” los ejercicios, nuestro instructor Pere Borras SJ fue esencial para cada uno. Finalmente, la cercanía de quienes nos tuvieron en la oración en este tiempo. Agradecemos a cada una y cada uno de ustedes.
Luego del Mes de Ejercicios Espirituales tuvimos un par de días para recoger los frutos y poder compartirlos entre nosotros, en un ejercicio de conversación espiritual que nos sigue constituyendo como una comunidad de compañeros. A esto se sumó, con todos los cuidados sanitarios correspondientes, la peregrinación por los lugares ignacianos entre el 3 y el 10 de diciembre: Loyola-Aránzazu-Javier-Manresa-Monserrat-Barcelona. Un agradecimiento a cada una de las comunidades que nos acogieron durante la peregrinación.