
Más de 800 personas en la despedida del P. Tejera
Tremendamente emotiva fue en la tarde de hoy la despedida del P. José Pablo Tejera en “su colegio” de El Palo. Más de 800 personas nos hemos congregado en el patio que lleva su nombre para, como ha destacado el P. Saúl sj al comenzar, celebrar la vida del P. Tejera. La Eucaristía, presidida por el superior de la comunidad de la enfermería Luís Aparicio, ha contado con la participación de Antiguos Alumnos, profesores, personal del PAS, muchísimos vecinos del barrio y un nutrido grupo de alumnos y de miembros del movimiento Scout al que tan unido estuvo el P. Tejera. Entre los 15 sacerdotes concelebrantes estaba Manolo Tejera, que se emocionó y nos emocionó a todos al recordar la figura de su madre y cómo ella, a pesar de las penurias económicas que vivía la familia tras la muerte de su padre, animó a Pepe a irse al noviciado porque “era lo que Dios quería para él”. Porque Pepe Tejera era, en palabras de su madre y de su hermano, y en el recuerdo de todos los que le han conocido, un hombre bueno. No han faltado a la celebración su bastón, con el que subió al monte san Antón hasta que la edad se lo impidió (tenía ya más de 80 años y decía que se cansaba), ni su harmónica, con la que tantos ratos amenizó a los scouts en marchas y acampadas. Junto al altar la casulla y la estola, propias de su sacerdocio. Y con ellas las obras de san Ignacio que como buen jesuita conocía y manejaba y la Biblia que tantas veces leyó y predicó. Al final de la celebración se repartió entre los asistentes un pequeño recuerdo, un sobre con unos granos de trigo. Quieren ser símbolo de esa semilla que el P. Tejera ha sembrado en la vida de tantos hombres y mujeres del barrio y del colegio de El Palo. Ojalá, se recalcaba al final de la misa, conservar esos granos nos recuerde la labor de siembra del P. Tejera y nos ayude a darnos cuenta de que también nosotros estamos llamados a ser trigo, a ser semilla que, con su muerte, da mucho fruto. Querido P. Tejera, descansa en paz.