Los tercerones regresan a Salamanca
Después de las experiencias apostólicas, los tercerones han regresado a Salamanca para el tramo final de la Tercera Probación. El sentimiento general es de agradecimiento por la acogida generosa, los encuentros y la buena experiencia de Compañía vivida. Compartimos algunas impresiones y testimonios de los distintos apostolados realizados.
Jos Moons, SJ (ELC):
«Realicé mi experiencia en Nador colaborando en dos proyectos, uno centrado en la atención a los migrantes y el otro en la educación de la población local marroquí. Durante las primeras semanas, me he sentido confundido e impresionado por la miseria a mi alrededor. En los Ejercicios Espirituales pedimos la gracia de la “vergüenza y confusión” ante la miseria del mundo. Después de un tiempo, me di cuenta de que eso que sentía era fruto de una gracia recibida que me interpelaba y que, aunque eran sentimientos desagradables, me conducían a la verdad».
Rosario Meli, SJ (EUM):
«Mi experiencia en San Sebastián fue muy fructífera, fui acogido como un hermano tanto por la comunidad del Sagrado Corazón como por la comunidad de Loyola Etxea. Mi apostolado se centró en dos frentes: en el ámbito sacramental a través de las confesiones y la celebración eucarística; y en el social colaborando en la misión apostólica de inserción tratando de compartir un trozo de camino con las personas acogidas en Loyola Etxea, poniéndome a disposición para escuchar y acoger la vida cotidiana de los huéspedes y sus experiencias de vida común, todo en el encantador marco de la ciudad con sus peculiares bellezas naturales y arquitectónicas».
David Cabrera, SJ (ESP):
«Para mí ha sido un regalo poder dar y acompañar el mes de Ejercicios Espirituales, aquí en nuestro centro de espiritualidad de Salamanca, junto a otros compañeros jesuitas. No solo es un "tiempo fuerte" de Dios para las que hacen los EE, sino poder ser testigo del proceso que Dios va haciendo en cada una y dar modo y orden según nuestro tesoro de los Ejercicios a otras consagradas es un verdadero ejercicio de consolación. Estoy muy agradecido por haber podido tener esta experiencia de aprendizaje para mí».
Matteo Suffritti, SJ (EUM):
«Fui enviado a la comunidad de Lleida, en Cataluña, donde he podido participar en las múltiples facetas de la misión que la Compañía anima allí con muchos laicos fantásticos. Un verdadero descubrimiento para mí ha sido la pastoral educativa, en el gran colegio Claver (Raimat), donde he dado mi contribución en las actividades pastorales, pero también experimentándome como profe de filo. He tenido la alegría de conocer la obra social Arrels Sant Ignasi, compartiendo camino con personas que tratan de imaginar y construir para sí y para los demás un mundo más justo y más fraterno. Fuente y culmen de la misión, la Eucaristía, tan viva (¡y tan bien animada!) en la parroquia Sant Ignasi de Loiola. Un momento especial de este tiempo apostólico en Cataluña ha sido la participación a la gran Eucaristía en la sagrada Familia de Barcelona del 12/3/2022, dando gracias con la familia ignaciana por el don de la conversión de Ignacio».
Gustavo González, SJ (MEX):
«Cruzarme con las vidas de migrantes, la mayoría musulmanes, que sufren el complicadísimo proceso de integración en España me dio la posibilidad de reconocer los misteriosos modos en que se hace presente la esperanza en jóvenes que en ocasiones no saben dónde dormirán o qué comerán ese día, o de quien lleva más de veinte años aguardando a que le otorguen la nacionalidad española, o aquél que no ve a su familia desde que era casi un niño. Cuando hablamos del evangelio, a veces tenemos el privilegio de atestiguarlo en las vidas anónimas y frágiles de estos hermanos, en quienes habita una presencia que nos habla del Dios que nosotros aspiramos a anunciar».
Agnaldo Barbosa, SJ (BRA):
Mi experiencia apostólica fue en Portugal y la mayor parte del tiempo viví́ con familias de refugiados venidos de Afganistán a la ciudad de Fátima. Aunque nunca he estado en una zona de guerra, en este tiempo de convivencia con los refugiados, pude ver, escuchar y sentir los efectos de la guerra, el terrorismo, la ambición y el poder. Junto a religiosas, voluntarios y colaboradores del JRS pude ser testigo de cómo la guerra puede cambiar por completo la vida de una persona, una familia y un país entero. En cada historia vi tantos rostros de sufrimiento, vi a Jesús que sigue crucificado en estas personas que cuentan con nuestra solidaridad. También en este tiempo vi a mucha gente sensible colaborando, jóvenes que se ponen al servicio y buscan hacer este mundo más humano, esto me llenó de esperanza».
Cristian Peralta, SJ (ANT):
«Mi experiencia se ha desarrollado en Salamanca, colaborando en nuestro centro de espiritualidad. Además de la disponibilidad para las necesidades que iban surgiendo, lo principal ha sido dar y acompañar el mes de Ejercicios junto al equipo del centro. Termino con mucha gratitud esta experiencia, pues me ha permitido ser testigo del paso de Dios por la vida de las religiosas que he tenido el privilegio de acompañar. Además, agradezco todos los esfuerzos que se hacen desde este centro para promover y proponer la espiritualidad ignaciana con profundidad y creatividad, además de la acogida y cuidado que brindan a los que llegan a “buscar y hallar la voluntad de Dios”».
Mario Inzulza, SJ (CHL):
«Realicé el mes apostólico en el lugar donde trabajo apostólicamente - la facultad de teología de la Universidad Católica de Chile -. Por una petición expresa de la universidad, regresé a mi país para iniciar el año educativo de modo presencial. Así, los primeros días de marzo inicié los cursos en la facultad de teología, y la coordinación del área de Formación General que tiene la universidad. Y aunque esté más lejos que mis compañeros tercerones y ya de regreso en mi país, hemos intentado mantenerme conectado virtual y espiritualmente con la Tercera Probación. Como algunos personas hacen Ejercicios Espirituales “en la vida cotidiana”, estoy ocupando esta modalidad para terminar la “Escuela de los Afectos”».
Con el retorno del tiempo apostólico, nos centraremos en los próximos días en las evaluaciones de los diversos aspectos de la Tercera Probación, además, dedicaremos unos días de retiro para poner delante de Dios aquello que nos ha regalado durante el tiempo de la escuela del afecto.