Publicado: Martes, 03 Mayo 2022

Dos visitas a la enfermería de Málaga

El 28 de abril, el P. Mariano García Díaz, SJ, de visita a su familia, compañeros y amigos, tuvo la delicadeza de venir a compartir un día con la Comunidad Enfermería de San Estanislao en Málaga. "Paí Mariano" nacido en Canales, pueblo de Granada, situado a muy pocos km de la ciudad, en la Sierra Nevada Baja, con más de cuarenta años misionero en Paraguay, donde ha sido Provincial y ahora es Socio y Delegado de Educación (tres grandes colegios con más de cuatro mil Alumnos, 25 colegios de Fe y Alegría y el Instituto Universitario en vías de transformarse en Universidad de la Compañía), pudo compartir con compañeros y amigos jesuitas que le hicieron todo tipo de preguntas sobre la Compañía, los compañeros de aquella Provincia, sus trabajos apostólicos, la Iglesia paraguaya...


Le emocionó de manera especial la pregunta introducida de la siguiente manera: De los 22 compañeros que estamos en esta comunidad enfermería 17 tenemos como misión "orar por la Humanidad, la Iglesia y la Compañía, ¿qué realidades del Paraguay te parece más necesitadas nuestra oración? Su respuesta: las vocaciones para atender tantas demandas: pastorales  educativas, sociales. Los jóvenes. Una de las prioridades de la Compañía universal...

También el pasado sábado 30 abril, estuvieron con los jesuitas de la Comunidad Enfermería de San Estanislao, el matrimonio José Antonio Suffo y Fátima Carazo, miembros de la CVX. Los invitaron para que les hablaran de la Casa Mambré donde en la actualidad viven ocho inmigrantes de países diferentes. Viven y coordinan toda la actividad de Mambré. El edificio, antigua Curia Provincial de la Provincia Bética, está cedido por la Compañía desde hace seis años respondiendo a la petición de la CVX-Sevilla para crear este Centro de Acogida. Ha habido ya cinco o seis diferentes equipos CVX, turnandose, como responsables del proyecto.

Tras la presentación que hicieron en la biblioteca apoyándose de un vídeo,  participaron de la eucaristía, presidida, según el turno establecido, por el P. Manuel Tejera, en la capilla de comunidad.

Después, almorzaron con la Comunidad, eso sí, con un fallo: separaron al matrimonio poniéndolos en mesas diferentes... Como si no hubieran nunca dicho los padres jesuitas "lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre"... y eso que estaba allí el que se lo dijo a José Antonio y a Fátima...
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