
Los novicios visitan la comunidad de las Escuelas San José
Durante las vacaciones de Navidad, la comunidad del Noviciado San Francisco Javier pudimos pasar unos días visitando la realidad de la Compañía de Jesús en Valencia. En concreto, una de las visitas que realizamos fue la de la comunidad de las Escuelas San José, comunidad con enfermería donde compartimos una tarde entera.
De entrada, la diferencias entre una comunidad y otra parecen muchas, empezando por la media de edad, alrededor de 25 años en un caso, en torno a 80 en el otro. Pero pronto se hizo evidente que es mucho más lo que nos une. Fue un rato de compartir conversación y merienda juntos, de poder conocer las vidas de estos compañeros mayores (muchos con historias que bien merecerían una serie de Netflix), de comparar cómo fue el noviciado para ellos y cómo es para nosotros, y sobre todo de reconocer admirados como la vocación se sigue viviendo con pasión, a pesar de la edad avanzada, la enfermedad o la limitación física.
Los cargos y las tareas de casa y la abnegación que San Ignacio pide con ellas a los novicios no son solo cosa del noviciado. Resultó admirable conocer cómo los mayores siguen cuidando de las cosas más pequeñas: la capilla, las plantas, los espacios comunes... cada uno en la medida que puede, pero dándose por entero.
En una enfermería uno reconoce agradecido que la vocación es algo muy real, que dinamiza la vida entera y se va encarnando a cada paso y en cada momento, de la mano de Jesús, que nunca deja de llamarnos.