Cierre del verano para los escolares
Los últimos días de agosto, para la formación, suelen tener una distribución similar: ejercicios espirituales y encuentro de escolares.
Después de casi tres meses de actividades pastorales, encuentros, nuevos lugares (y algunos días de descanso), los ejercicios llegan como la oportunidad de cerrar el curso delante de Dios.
Este año, la tanda de escolares fue en Loyola, dirigidos por Pep Giménez, de la comunidad de Cantoblanco. Al acabar, se sumaron al grupo que allí estaba, los teólogos del Tiempo Arrupe, que venían de su último encuentro en Salamanca, para participar en el encuentro de escolares.
Del 26 al 28 de agosto, nos reunimos unos treinta escolares de diversa procedencia y que nos encontramos en España para realizar parte de la formación. Esta edición del encuentro giró en torno a un tema que titulamos abordabilidad: cómo nos decimos las cosas. Durante estos dos días, hubo ocasión para conocernos o ponernos al día, rezar y conversar juntos, visitar lugares ignacianos, ir a la montaña o dar una escapada a San Sebastián.
Para cerrar el encuentro, Francisco Cuartero nos visitó la última mañana, para tratar los ecos del tema propuesto, compartir alguna información y celebrar la Eucaristía juntos.