
50 años de sacerdocio de José María Bernal SJ
El 15 de junio celebramos en la Curia Generalicia de Roma los 50 años de sacerdocio de José María Bernal. A la comunidad numerosa que somos se unieron unos cuantos invitados e invitadas. Fue una eucaristía presidida por él y concelebrada por monseñor Ladaría, P. Arturo Sosa, P. Pascual Cebollada y P. Cipriano Díaz.
En la homilía José María se centró, sobre todo, en lo mucho recibido por el pueblo de Dios a lo largo de 50 años en las comunidades populares, CVX y otros grupos laicales a los que acompañó y le acompañaron, haciéndole sacerdote y descubriendo con ellos la común vocación sacerdotal, profética y real recibida en el bautismo.
Tuvo palabras de agradecimiento para todos, desde su familia a las comunidades laicales, desde sus compañeros más cercanos a las comunidades religiosas donde desarrolló el servicio que la Compañía le fue pidiendo en Alicante, Elche, Valencia, Madrid y ahora en Roma.
El P. General y el P. Provincial expresaron bien en sus respectivas cartas jubilares la personalidad humana y religiosa de nuestro compañero:
"A lo largo del camino, José María ha sido llamado a ser superior de comunidad, coordinador de zona, delegado provincial de pastoral, consultor provincial y coordinador de la comisión nacional de pastoral. Todo ello demuestra su disponibilidad, la confianza que la Compañía ha tenido siempre en él, como jesuita enamorado de su vocación, y la gran ayuda que ha prestado a sus compañeros, destacando su servicio discreto, gratuito y enormemente eficaz al gobierno de la Compañía como socio. Un provincial que le tuvo como compañero decía que cuando encargaba algo a José María, no tenía que preocuparse de nada: entraba en materia y no la soltaba hasta que la terminaba… Pero si bien es cierto que le identificamos como alguien que trabaja con montones de papeles y documentos perfectamente impresos y organizados, no podemos olvidar su pasión vital por la Palabra de Dios, comunicada a través de numerosos Ejercicios Espirituales, acompañamientos espirituales y cursos de formación teológica y bíblica para comunidades laicales. Le agradecemos todo su trabajo y dedicación en la misión apostólica que la Compañía le ha encomendado, y también queremos unirnos a él en el agradecimiento al Señor por tanto bien recibido a lo largo de todos estos años".
Que Dios nos lo siga regalando muchos años más.