Publicado: Miércoles, 23 Mayo 2018

Ehsan Ullah Kahn en España

El pasado día 21 de mayo estuvo entre nosotros, en el Centro Pignatelli, Ehsan Ullah Kahn, invitado por los Círculos de Silencio, de los que el Centro Pignatelli es miembro activo. El 16 de abril de 2018 fue ser invitado por segunda vez por la Universidad de Salamanca, donde fue recibido por el vicerector de Política Académica y Participación Social, Enrique Cabero. Actualmente está recorriendo las principales ciudades españolas llevando su mensaje y su denuncia.

Ehsan Ullah Kahn es hoy en día uno de los principales luchadores contra la esclavitud infantil a cuya causa ha dedicado su vida entera. Actualmente vive exiliado en Suecia, pues tiene prohibida su entrada en Pakistán, que es su país de nacimiento. Ha sido encarcelado, torturado, amenazado de muerte… Kailash Satyarthi, Premio Nobel de la Paz en 2015, dice de él: “Si Iqbal Mashib fue un mártir de la esclavitud infantil, el hombre que tengo a mi lado es un mártir en vida. No hay nadie que haya sufrido tanto como él por los derechos de los niños”.

En su charla, recordó cómo las principales víctimas de la esclavitud hoy en día son los niños y las mujeres y puso ejemplos como las minas de coltán o diamantes que hay en países africanos: «Los niños que excavan no tienen siquiera acceso a la educación, a la comida o a la libertad, ni siquiera existe. Sin la educación, no podremos parar la esclavitud. Nosotros tendríamos que producir más lápices en vez de balas».

Recordó la figura de Iqbal Masih, el niño que liberó de la esclavitud de una factoría de alfombras y que acogió en su casa y educó. Él recorrió el mundo como voz de los sin voz y fue asesinado a los 12 años el 16 de abril de 1995. Hoy en día se celebra, en esa fecha, el Día Mundial contra la Esclavitud Infantil. Éste era el mensaje que repitió por todo el mundo: «Los niños deberían tener un lápiz y no herramientas».          

La lucha contra la esclavitud comienza por nosotros mismos, en la compra de nuestras camisas o nuestros pantalones, pues es la industria textil uno de los campos donde la esclavitud infantil o de la mujer se lleva a cabo con más impunidad.

En su presentación aludió varias veces al apoyo que, en todo el mundo, ha recibido de parte de los jesuitas, y quiso recordarlo fotografiándose junto al jesuita Director del Centro Pignatelli. Al acabar el acto, invitó a los presentes a hacer el gesto que repetía Iqbal Masih, lanzando el puño: “¡We are free!”

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