Publicado: Martes, 19 Enero 2021

La PA Madrid se mueve con la Gran Nevada

 

 

Vivimos tiempos que no dejan de sobresaltarnos y ponernos a prueba. Por eso pueden también resultar oportunidades de aprendizaje. La pandemia primero, con sus confinamientos e impactos sanitarios y socioeconómicos, y el temporal de nieve y hielo que nos ha paralizado casi 10 días, son envites que afectan de modo dramático a numerosos vecinos, muestran lo frágiles que van quedando nuestros sistemas de protección y al tiempo sacan lo mejor de cada uno para sumar hacia un cuidado mutuo, especialmente con las personas más vulnerables. 

En Madrid, las parroquias de la Unidad Pastoral P. Rubio junto con parroquias vecinas y redes de apoyo de las diversas obras apostólicas de la PA y A+Familias hemos ido acompañando a familias en situaciones difíciles en estos meses. En el reparto de alimentos y bienes de higiene básica, en funcionamiento ininterrumpido desde mediados de abril, hemos dado 3.050 lotes de unos 50-70kg cada uno (además de 1.750 cajas de alimentos donadas). En Navidades, gracias a A+Familias y a numerosas voluntarias que ejercieron de diligentes Reyes Magos, evitamos que unos 300 niños del barrio se quedasen sin regalos. Entretanto, otros grupos de voluntarios preparaban cenas y acompañaban a los 6-8 muchachos subsaharianos que durante diciembre se hospedaron en la parroquia S. Ignacio coordinados por la Mesa Diocesana por la Hospitalidad.

Cuando las circunstancias aprietan y aprendemos a confiar y aportar desde lo que cada uno podemos, es posible el milagro. Y la solidaridad no conoce límites. Hemos sido testigos en estas semanas de colaboraciones desinteresadas y variopintas, que desbordaban hasta llegar a zonas del sur de la ciudad donde la crisis es más acuciante. Generosos hosteleros, asociaciones como Bomberos Ayudan o Dual, y numerosos voluntarios hicieron posible que repartiéramos más de 300 menús en los días de navidad a vecinos de Tetuán, Vallecas y Orcasitas.

Y con la nevada, la organización en redes de apoyo vecinal nos ha permitido atender a numerosas vecinas mayores del barrio y despejar calzadas para que pudieran llegar suministros o se pudieran atender emergencias (más info). Sobrecogía ofrecer en la eucaristía dominical una pala, medio doblada por los golpes contra el hielo, manoseada por tantos turnos de vecinos, creyentes y no creyentes, que iban relevándose con ella a lo largo del fin de semana. Como decía el Papa en su última encíclica, “Ya no hay distinción entre habitante de Judea y habitante de Samaría, no hay sacerdote ni comerciante; simplemente hay dos tipos de personas: las que se hacen cargo del dolor y las que pasan de largo; las que se inclinan reconociendo al caído y las que distraen su mirada y aceleran el paso.” (FT 70)

En otros lugares

En el caso del Colegio Nuestra Señora del Recuerdo, la Gran Nevada ha ayudado a demostrar el compromiso de las familias y alumnos con el centro. Desde el mismo día que terminó la tormenta, media docena de miembros del equipo de fútbol se presentaron con palas para ayudar a despejar caminos hacia la entrada.

Algunos días después, ya eran 60 las familias que querían ayudar a despejar de nieve los patios y campos del colegio. “Se habían organizado a través de un chat privado y luego hemos recibido un montón de correos y llamadas de padres ofreciéndose”, nos cuenta un jesuita de la comunidad.

El AMPA del colegio organizó a través de las redes y chat la propuesta de ir a retirar el hielo. Hubo bastante predisposición de padres y familias. Fueron tres días de trabajo para retirar todo el hielo de calzada y aceras a los que acudieron 30 personas en cada jornada.

Las organizaciones sociales de la PA de Madrid, durante este tiempo han seguido atendiendo a las personas más desfavorecidas. No solo debido a la nieve, sino también continuando con el camino comenzado a causa de la pandemia con atención telemática.

Aquí puedes ver las fotografías de la Gran Nevada en la PA

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