Publicado: Lunes, 01 Febrero 2021

El SJM abre 7 pisos para mujeres afectadas por el impacto social de la covid19

Desde el decreto de estado de alarma, algunas de las entidades que pertenecen a la red del SJM (Servicio Jesuita a Migrantes), el área de migraciones del Sector Social de los Jesuitas, han puesto en marcha un proyecto de acogida residencial y acompañamiento psicosocial a mujeres extranjeras afectadas por el impacto socio económico de la crisis covid19.

La crisis sanitaria derivada de la pandemia #covid19 ha golpeado especialmente a mujeres que afrontan el riesgo de vulnerabilidad e indomiciliación residencial. Estas situaciones de falta de acceso a vivienda conciernen a la falta de espacios habitacionales adecuados o al acceso a suministros básicos, se agravan en el caso de estas mujeres que viven una situación de gran precariedad laboral, económica y residencial donde la pérdida de ingresos y por tanto de vivienda puede desembocar en situaciones de explotación y/o trata.

El SJM ha puesto en marcha 7 pisos en régimen de semiautonomía para 60 mujeres con hijos a cargo en situación de vulnerabilidad para facilitar una alternativa residencial digna y potenciar su inclusión social mediante la creación de un tejido social estable. Estas mujeres son bien trabajadoras del hogar internas que quedan desprotegidas en contexto covid, o bien vienen derivadas por Servicios Sociales, e incluso algunas de ellas son recién llegadas en situación irregular con riesgo de explotación. Estas casas semiautónomas con un programa de acompañamiento tanto profesional como voluntario se han puesto en marcha en Andalucía, Castilla y León, Cataluña, Madrid, Navarra, País Vasco y Comunidad Valenciana con una duración de entre 9 y 12 meses prorrogables hasta alcanzar la plena autonomía. Este proyecto cuenta con un equipo de coordinación, así como un técnico de intervención social en cada territorio, apoyo de técnicos jurídicos de las entidades de SJM y la dedicación del valiente grupo de voluntariado.

De igual forma, muchas personas y familias acogidas en los programas de Hospitalidad de varias ciudades se han visto afectadas en necesidades básicas como la alimentación, pago de alquileres de vivienda o acceso a salud pública por la suspensión de trámites administrativos de extranjería. Entre las causas destaca la dificultad de acceso a trabajos duraderos y estables, abundando la precariedad y los trabajos en economía sumergida. También la brecha digital se ha dejado sentir: la falta dispositivos tecnológicos con los que seguir las clases a distancia para los más pequeños en edad escolar hace que el ritmo educativo se resienta. 

La Campaña Seguimos ha contribuido al desarrollo de este proyecto. 

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