Publicado: Lunes, 13 Marzo 2023

Diez años del pontificado de Francisco

Con motivo de los diez años del pontificado del papa Francisco ofrecemos un texto de Gabino Uríbarri (más abajo) sobre las tres claves más significativas de su mandato y otro post de Elías Royón SJ (en Jesuitas.es) sobre la relación del Papa con los jesuitas. 

Pueblo de Dios misionero. Tres claves del pontificado de Francisco

Tras la profética renuncia de Benedicto XVI, los cardenales pidieron reformas a fondo, de la curia vaticana y de la Iglesia, para llegar con el Evangelio a la sociedad. El pontificado de Francisco se sitúa en este horizonte. Tres claves lo marcan.

  1. Francisco encabeza la reforma eclesial desde su modo de sentir la Iglesia: el santo pueblo fiel de Dios (cf. LG 12). Aquí converge la pertenencia a un pueblo (cultura), la labor misionera y la unción del Espíritu sobre cada bautizado. De aquí se deriva una atención particular a los santos de la puerta de al lado (GE 6-9). Una mirada que privilegia las situaciones ordinarias de la lucha para salir adelante, con la ayuda de Dios, de los jóvenes desempleados, de las familias con ingresos precarios y enfermos a su cuidado, de los ancianos arrinconados en la sociedad de la productividad, sobre la especulación intemporal en torno al sentido de la doctrina cristiana. 

    La sinodalidad apunta a la escucha de este tipo de creyente ordinario, popular, ni elitista ni ideologizado, sin una agenda previa de reforma eclesial o de retoques de la doctrina, sino con su vida a cuestas y su esperanza en Dios, en la Virgen, en los santos, en los sacramentos. Este modo de entender se refleja en el enfoque del capítulo octavo de Amoris laetitia. Parte de la vida y desde ahí se encuentra con la doctrina, para que la doctrina se acompase a la vida, iluminándola y tirando de ella hacia el ideal, no que el ideal juzgue y condene de antemano las situaciones complejas, plagadas de dificultades y sufrimientos.

  2. El pueblo de Dios es misionero. Anuncia a Jesucristo por el desborde de lo que ha recibido del encuentro con Él: la misericordia de Dios y la alegría. La misión eclesial se centra en lo más importante y central: la misericordia. Desde este núcleo, alojado en el corazón de un pueblo santo hermano de todos, propone modos de vida para enfrentar juntos los mayores problemas de la humanidad. Vivimos una única crisis socioambiental que amenaza la pervivencia de la humanidad, por el sistema económico depredador del que nos hemos dotado (Laudato si’). La amistad social y política dentro de cada nación y como humanidad es la única posibilidad de dignidad humana, estando en la misma y única barca (Fratelli tutti).

  3. El mensaje misionero no llega si no se adapta al interlocutor. Francisco habla mediante gestos elocuentes: Lampedusa, lavado de pies de presidiarios el jueves santo, visita a países periféricos; y mediante imágenes comprensibles: “pastor con olor a oveja, “Iglesia en salida”, “hospital de campaña”, etc.

Gabino Uríbarri, SJ

(Imagen: Cahtopic. Autor: Santiago Mejía) 

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