Jesuitas en Argelia: integración en medio de la diversidad cultural
Traemos aquí un texto de un jesuita publicado en la web de la Curia de Roma sobre la misión de la Compañía en Argelia. Allí, en la comunidad de argel, hay un jesuita de nuestra Provincia, que vive en la Maison Smen y colabora en la biblioteca CCU:
En Argelia más del 99% de la población es musulmana. Esto hace que la misión de la Compañía en este país, junto con la misión en Turquía, sea algo único. La Compañía trabaja con la minoría cristiana, que es muy diversa en términos de nacionalidades. Tenemos el privilegio de ofrecer nuestros servicios a una sociedad musulmana en dos ciudades, Argel y Constantina, en un contexto en que la práctica religiosa es visible y fuerte, sobre todo en Constantina, sociedad más tradicional.
Dadas las características del contexto argelino, los jesuitas vivimos nuestra misión y nuestra vida comunitaria de manera modesta y sencilla. Aunque el país no está muy abierto a otros países ni a otras culturas (los visados son difíciles de obtener y Túnez es, en la práctica, la única frontera), los jesuitas de Argelia estamos interesados en mantener unas relaciones lo más amplias que sea posible para mejor servir a la misión. Con estos presupuestos, los religiosos que vienen a trabajar en la Iglesia, hombres y mujeres, son en su mayoría de origen africano. El islam, la religión predominante, sigue siendo algo que necesita ser estudiado en profundidad, y el conocimiento de la cultura árabe-bereber es esencial. Aunque sea cuestión de tiempo, es necesario conocer y entrar en el espíritu argelino. En este sentido, algunos miembros de la comunidad han solicitado incluso, y obtenido, la ciudadanía argelina.
La Compañía mantiene algunas obras apostólicas; una de ellas es el Centre Culturel Universitaire (CCU) en Argel, que nos permite acompañar a una amplia variedad de estudiantes musulmanes argelinos (el 80% de los cuales son niñas). El CCU es un espacio excelente a través del cual los jesuitas estamos al servicio de los jóvenes que acuden al Centro, independientemente de su sexo, nacionalidad, idioma o religión. El Centro ofrece programas culturales y artísticos con la ayuda de colaboradores cristianos y musulmanes. Su objetivo es contribuir al desarrollo integral de la juventud argelina.
La Maison de Ben Smen es un centro espiritual situado en las afueras de la ciudad de Argel. Un equipo de tres jesuitas, con la ayuda de empleados musulmanes y una red de colaboradores, organiza en este centro espiritual actividades para cristianos y musulmanes, y para cualquiera que busque una renovación personal e interior. Destacamos especialmente los Ejercicios Espirituales de fin de semana para todos, cristianos y musulmanes por igual.
En Constantina (a 400 km al este de Argel), la integración en la sociedad argelina de clase trabajadora se consigue por medio de una pequeña comunidad que forma parte de la ciudad vieja. Durante 20 años, hemos dirigido un pequeño centro educativo, Nibras, que acoge a niños de 3 a 5 años durante el día y alumnos de 8 a 14 años para apoyo extraescolar. Dos empleados argelinos y unos quince colaboradores, incluido un psicólogo, cuidan de los niños, y todo se hace en árabe. Es esencial la relación con los padres, que nos proporciona una excelente visión de lo que viven las familias argelinas. Dirigimos además la Biblioteca Dilou en la sede del obispado, que alberga una colección de libros de alta calidad en idiomas extranjeros (principalmente francés e inglés) y de libros religiosos (principalmente cristianismo e islam, en francés y árabe). Dilou recibe una gran vitalidad de los “clubes” de idiomas, que ofrecen un espacio para la expresión personal en francés, inglés, español, alemán y árabe. Esto nos convierte en testigos de los profundos cambios que están sucediendo en la juventud como consecuencia de las redes sociales y de la IA (inteligencia artificial).
Los jesuitas participamos además en diversos ministerios en colaboración con las diócesis: ayudamos en el acompañamiento espiritual, dando retiros y haciendo animación parroquial, a la vez que colaboramos en otros ministerios como es la capellanía de prisiones o la acogida de personas que se plantean preguntas acerca del cristianismo. La Compañía de Jesús es apreciada, en general, por la diversidad de servicios que prestan los jesuitas que aquí vivimos. Nuestras obras tienen ya una larga trayectoria, y eso nos permite ser vehículos de acogida y de integración para nuevos trabajadores pastorales.