
Discernir en común para una Iglesia sinodal: la Compañía impulsa una formación global desde Salamanca
El proceso sinodal de la Iglesia católica continúa dando pasos firmes hacia una renovación profunda de su modo de ser y de actuar. El documento final del Sínodo sobre la Sinodalidad propone una Iglesia más inclusiva, participativa y corresponsable, invitando a todos sus miembros a una conversión sinodal que transforme sus estructuras, relaciones y estilos de liderazgo. El horizonte es claro: una Iglesia que escucha, que dialoga y que camina unida.
En esta línea, la Compañía de Jesús ha lanzado una iniciativa internacional para fortalecer las capacidades de discernimiento comunitario en toda la Iglesia. El proyecto, titulado 'Ignite the Way: Formación de facilitadores en discernimiento en común', se desarrollará en Salamanca, del 23 de noviembre al 3 de diciembre de 2025, y reunirá a 97 participantes —jesuitas, laicos, religiosas, religiosos y sacerdotes diocesanos— procedentes de distintos países y culturas.
El encuentro, coordinado por el P. John Dardis SJ con la colaboración del P. Joseph Cardozo SJ, se enmarca en un itinerario dividido en tres fases: Comenzar (2025), Compartir (2026-2027) y Consolidar (2028 en adelante). El objetivo es promover una cultura del discernimiento que atraviese todos los niveles de la vida eclesial, desde las comunidades locales hasta las estructuras globales.
El P. Arturo Sosa SJ, Superior General de la Compañía, ha subrayado el sentido profundo de esta iniciativa: "Este es un proyecto arraigado en el Concilio Vaticano II. Se trata de una visión de Iglesia sinodal: una Iglesia que camina unida, humilde y peregrina. Todos avanzamos de la mano, buscando llevar liberación, reconciliación y justicia a un mundo herido. Es la visión de las Bienaventuranzas."
Durante el coloquio de Salamanca, los participantes se formarán en las claves teológicas, bíblicas y espirituales del discernimiento en común, con metodologías participativas que incluirán ponencias, oración, reflexión en silencio y conversación espiritual. Además, se trabajará en la creación de un currículo básico de formación, se estudiarán casos prácticos y se promoverá la colaboración entre provincias jesuitas, diócesis y congregaciones religiosas.
Uno de los principales frutos esperados será la formación de equipos regionales que, tras el encuentro, capacitarán a nuevos facilitadores de discernimiento comunitario en diferentes contextos eclesiales. De este modo, la experiencia de Salamanca servirá como plataforma de lanzamiento para una red global de personas formadas en la sinodalidad y en el modo ignaciano de discernir juntos.
El proyecto refleja el deseo del Papa León XIV de una Iglesia que “construye puentes y fomenta el diálogo, abierta a acoger con amor a quienes necesitan nuestra cercanía y caridad”.
Como afirma el P. Cardozo, "este esfuerzo no es solo para la Compañía de Jesús, sino para toda la Iglesia: diócesis, congregaciones, parroquias y comunidades laicales que quieren cultivar una nueva cultura, una cultura del discernimiento". El encuentro de Salamanca, añade, puede ser "como una piedra arrojada al agua, cuyas ondas se expanden por continentes y culturas, impulsando el sueño de una Iglesia verdaderamente sinodal".