Publicado: Lunes, 12 Abril 2021

Un relato desde la comunidad

 

En Infosj han aparecido en una noticia tres relatos de la celebración de la Pascua Urbana en Córdoba. Las tres comunicaciones hacen hincapié en lo vivido por las mañanas del triduo en el Colegio de las Esclavas. Muchas gracias porque pusieron todo el centro a nuestra entera disposición. Quisiera contaros con un poquito más de detalle las celebraciones vespertinas con que gozamos en nuestra Iglesia de San Hipólito.

Por las tardes, el grupo numeroso de la Pascua Urbana se unió al resto de fieles habituales que asisten a los oficios en San Hipólito. El aforo del templo se completó.  Niños, jóvenes y adultos, sin protagonismo, dieron lo mejor de sí mismos para que las celebraciones fueran ágiles y participadas.

Seguimos con fidelidad la liturgia de cada día, dimos oportunidad a los niños para que actuaran. Lo hicieron con alegría y los más mayores no podían ocultar una sonrisa e, incluso, en algunos momentos lágrimas. Un coro formado con cuatro guitarras y voces variadas ayudó a entrar en la Cena Última, a adorar la Cruz, primero en silencio, y después con la canción: “No adoréis a nadie, a nadie más que a El”. En la Vigilia Pascual sabemos que a varios les impactó las lecturas del Pregón, de la Creación, el paso del Mar Rojo, Ezequiel. Niños y mayores contestaron con fuerza y convencimiento a la renovación de las Promesas bautismales y con la cabeza inclinada recibieron el agua bendecida en recuerdo de su bautismo.

Terminó nuestra fiesta con el Canto “Hoy el Señor resucitó” y toda la Asamblea rompió a aplaudir rítmicamente la canción. Así estuvimos un largo rato cantando y cantando hasta que todo terminó con un aplauso cerrado y prolongado en agradecimiento por haber podido vivir una Pascua tan honda y participada. Gracias a Las Esclavas por su disponibilidad, a los encargados de los cantos, a los que cada día por la mañana orientaban el día, a las CVX que tanto aportaron, a la Universidad Loyola con profesores y alumnos y a los jesuitas que prepararon con cariño la Iglesia y la liturgia.

Creo que esta Pascua Urbana nos ha unido, nos ha llenado de alegría, los jóvenes han podido mirar con más esperanza el futuro, los mayores han podido ver que los jóvenes no rechazan la liturgia bien preparada y que quieren seguir a Jesucristo que ha muerto y resucitado por cada uno de ellos. Los niños estaban contentos y la Comunidad de jesuitas, encantada.

 

ver +