
Clausura del Año Diego de Pantoja, que ha servido para rescatar su figura
Con una mesa redonda y un precioso concierto de música de la corte china, se clausuró en el Instituto Cervantes de Madrid el Año Diego de Pantoja. Conferencias, publicaciones, exposiciones, un simposio internacional, conciertos, una feria barroca dedicada a China y hasta un lugar en el callejero de su localidad natal, Valdemoro (Madrid), han conformado este aniversario por los 400 años de su muerte. Los actos han tenido lugar tanto en el país asiático como en España en homenaje a este jesuita, compañero de Mateo Ricci, conocido como uno de los primeros sinólogos.
Pantoja vivió en China durante más de veinte años, describió en sus escritos aspectos minuciosos de la sociedad, cultura, ritos y costumbres chinas, que se difundieron ampliamente en Europa y en América. Fue pionero en acceder a la Ciudad Prohibida a principios del siglo XVII y, desde el corazón de China, trabajó también con ahínco y con respeto para divulgar sus amplios conocimientos sobre astronomía, geografía, música o filosofía del mundo occidental, consiguiendo la más alta consideración entre los letrados de la corte Ming.
En el acto celebrado ayer en Madrid, el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero resaltó con alegría como este año ha servido para “rescatar de un olvido injusto” a este precursor de los intercambios culturales y comerciales entre China y España. Le entregó a Zhang Xiping, director del Instituto de Civilización Comparada y Comunicación Intercultural de la Universidad de Estudios Extranjeros en Pekín, un retrato del jesuita. Además, ambos destacaron el hecho de que durante la pasada visita a España el pasado noviembre del presidente de China, Xi Jinping, tanto éste como el Rey de España, Felipe VI, mencionaron a Diego Pantoja en sus discursos.
Durante la mesa redonda protagonizada por varios especialistas en la figura de Pantoja se desmenuzó la importancia de la extensa carta (133 folios) que el jesuita escribiera a Luis de Guzmán, Provincial de Toledo en 1602, que era un completo informe etnográfico de primer orden sobre la cultura china. Algunas de sus informaciones sirvieron para la corrección de mapas y errores geográficos. Como se dijo durante el acto aquella era una carta de un hombre de frontera cuyo mayor logro fue un esfuerzo objetivo de intentar comprender al otro.
Al finalizar las intervenciones, tuvo lugar el concierto “El clave del emperador Tras el legado de Diego Pantoja”, a cargo de Todos los Tonos y Ayres, junto con Ìliber Ensemble, con instrumentos habituales de la Corte China.
Este 400 aniversario ha despertado en investigadores, historiadores y humanistas chinos y españoles el interés y el impulso por el estudio de la vida y obra de Pantoja, así como el interés por rescatar su figura histórica. El alcalde de Valdemoro anunció que este impulso continuará, al menos en su localidad, en 2021, cuando se celebre el 450 aniversario de su nacimiento.
Ver fotografías aquí.