
Reunión de direcciones y jesuitas del sector social
Hacía dos años desde la última reunión presencial de directivos/as del sector, entonces en Bilbao. Y no sabría decir cuándo los jesuitas destinados al apostolado social nos dimos un tiempo de encuentro entre nosotros, eso sí, acompañados por el delegado del sector. La presencia inmediata, tangible, añadía una cualidad propia y distintiva a la serie de videoconferencias que habían jalonado estos dos años. En este sentido, fue un acierto movernos a lo largo de Barcelona y Badalona para entreverar los asuntos que abordar con la visita a algunas obras: Cristianisme i Justícia, Migra Studium y el Centre Sant Jaume. No se trataba de visitar las obras en profundidad, sino de aplicar sentidos: rozar a las personas usuarias y a las que acompañaban o prestaban servicios; compartir misa y mesa. La mínima incomodidad de los desplazamientos quedaba ampliamente compensada por el ejercicio de comunión tangible.
Podía parecer un tópico, pero iniciamos la reunión con unos puntos para rememorar y considerar los cuidados necesitados, prestados y recibidos en tiempos recios; para agradecer tanto bien recibido y dado. Fue significativo celebrar la eucaristía en la iglesia de nuestra Señora de las Victorias, en el Palau, que había abierto sus puertas en tiempos de necesidad durante el primer confinamiento. En un segundo y en un tercer momento abordamos el núcleo dinámico del proyecto apostólico del sector: cómo modificar las estructuras de nuestras obras apostólicas para cuidar mejor nuestra identidad y misión, para captar una base social más amplia que se sume de algún modo, para captar los recursos económicos necesarios, para tocar la sensibilidad social e incidir políticamente. Son cuestiones en las que se emplea a fondo el gobierno del sector, y que vamos experimentando en las obras, en los equipos transversales. Tanteamos, ensayamos, no sin vértigo, viendo cómo emplear bien los esfuerzos para que el cansancio sea productivo. Es un camino por seguir recorriendo.
El provincial acompañó la última parte de la reunión de directivos/as y la primera parte de la de jesuitas. De nuevo, un tiempo para conversar espiritualmente sobre nuestros retos de presente y de futuro, para sentir en común ante la Congregación Provincial. Un tiempo de gracia.