XX encuentro de la Red Mimbre
El día 10 de marzo empezaba el XX Encuentro de Educadores y Educadoras de Red Mimbre, el servicio jesuita para la infancia y juventud en España.
Veinte años encontrándonos, compartiendo experiencias, poniendo caras y teléfonos a personas con las que compartimos misión y con las que descubrimos, año tras año, que podemos compartir mucho más: actividades, recursos, formación, sueños…
El reto era retomar un encuentro que no se celebraba desde 2019. ¡Tres años! Solamente en las listas de inscripción ya se pudo comprobar las ganas que había de participar: 84 personas, la mayoría educadores y educadoras de las entidades, pero también equipos directivos, direcciones, el Delegado del Sector social y algunas personas del entorno de Red Mimbre que pudieron asistir a parte del encuentro.
En un encuentro de tal magnitud, las personas que llevan la dirección de las entidades son quienes proponen qué se quiere trabajar, según cómo respiren sus equipos. Y este año se propuso ni más ni menos que provocar un “reenamoramiento” con nuestra razón de ser: de ser educadoras, de ser entidades y de ser Red. Reenamorarnos, reconectar, redescubrir la misión por la que estamos todas aquí.
Así que… ¿qué mejor que reenamorarse con algo tan actual como las redes sociales? Inspiradas en una de éstas, descubrimos Mimber, una red social cuyo objetivo es conectar personas. Y fue a través de Mimber que nos conocimos entre nosotras y compartimos expectativas y lemas. Conectadas las personas, pudimos conocer a las siete entidades que forman la Red: su origen, su misión, sus valores, sus logros. Y volver al origen, a nuestros fundadores, con la lectura de Montse Santolino en el folleto de CiJ “Volver a los barrios”.
Cada año, una de las entidades es la anfitriona del Encuentro. Este año le tocó el turno a Badalona, donde hay dos entidades: la Fundació Carles Blanch y la Fundació Salut Alta. Ambas abrieron sus puertas, y durante una tarde nos mostraron sus barrios y proyectos. En grupos pequeños pudimos compartir buenas experiencias de trabajo con infancia, adolescencia, jóvenes y familias, así como una forma de estar presente en los barrios y de trabajar con centros educativos. Y terminamos el día celebrando alrededor de la mesa, como ya viene siendo costumbre en el encuentro anual.
El día 10, nada más empezar el Encuentro, Higinio nos invitaba a participar “con el deseo y la ilusión de seguir trasmitiendo los beneficios que nos ha traído esta dinámica, para que esa mirada
nos siga ayudando a descubrir lo mejor de unos y de otros, con la esperanza que siga construyendo futuro.” El Encuentro ha servido para reconectar, para reconocernos unos a otros, y para avivar una llama de misión común que hacía tiempo que no compartíamos.
Al terminar, Luis Arancibia, Delegado del Sector, nos recordó que tras el encuentro, el adiós siempre es diferente; volvemos a nuestro día a día, a nuestra tarea concreta, pero ésta adquiere un significado distinto, que aumenta el sentido de lo que hacemos, nuestra capacidad de transformación y nuestra pertenencia a algo mayor.