Caminar juntos, misión compartida
La tercera opción apostólica del Proyecto pone el foco en dos palabras claves: colaboración y misión. En una época marcada por la separación y la fragmentación, la Compañía apuesta por la unidad en la variedad de carismas: jesuitas y laicos, hombres y mujeres, generaciones y vocaciones distintas, trabajando juntos por un mismo objetivo.
La realidad de la Iglesia nos lleva a seguir el camino de la sinodalidad: una senda que no se puede improvisar, se construye desde la confianza, la formación, la corresponsabilidad y el cuidado. Es la finaldiad de unas comunidades de misión que van más allá de rezar y discernir unidos, para dejarse enriquecer por los dones del otro. La misión compartida no es un modelo de gestión: es una forma de amar y servir mejor.